Romper el ciclo de pobreza-degradación forestal en Anjouan

Dahari está rompiendo el ciclo de pobreza-degradación forestal en las Islas Comoras. La clave ha sido equilibrar los objetivos de sostenibilidad a largo plazo con las necesidades inmediatas de desarrollo de las poblaciones locales.

Dahari technician Inzou teaching the villagers how to plant in regular lines Photo: Dahari

Bienvenidos a Anjouan, una de las Islas Comoras en el Océano Índico Occidental y un ejemplo moderno de colapso ambiental.

En el curso de los últimos veinte años, Anjouan perdió el 80% de sus bosques nativos como consecuencia de una expansión agrícola insostenible y de prácticas que incluyen la corta de árboles antiguos como material de construcción, la destilación de ylang-ylang y la producción de carbón.

La población local está sufriendo las consecuencias: unos 40 de los 50 ríos que anteriormente eran permanentes ahora solo fluyen de forma intermitente, y hay escasez de agua para tomar y para la agricultura. La fertilidad de los suelos, y por lo tanto los rendimientos agrícolas, han disminuido bruscamente, y la erosión de las empinadas laderas volcánicas está saturando de sedimentos los arrecifes que rodean la isla.

La vida silvestre también ha sido afectada en forma negativa; el  murciélago frugívoro de Livingston, una especie emblemática, está por ingresar a la Lista Roja de especies gravemente amenazadas de la UICN, y más de 20 otras especies terrestres aparecen en la lista como vulnerables o amenazadas.

Puesto que la Isla de Anjouan es un microcosmos de los problemas ambientales de escala mundial, ¿podría generar enseñanzas sobre cómo proteger los bosques remanentes en todo el mundo?

Nosotros creemos que sí.

Durante los pasados ocho años, la ONG comorana Dahari ha venido desarrollando un enfoque de gestión integrada del paisaje para hacer frente a la deforestación en el archipiélago. La mayor parte de nuestro trabajo se realiza en un área piloto al sur de Anjouan.

Decidimos concentrar nuestros esfuerzos en romper el círculo vicioso de pobreza-degradación forestal. Nuestro razonamiento es el siguiente: las medidas de protección forestal por sí solas no corregirían ninguno de los motores que generan la deforestación, incluyendo la pobreza, y es probable que tuvieran un impacto negativo en el sustento de las comunidades locales. Las acciones de conservación deben beneficiar a la población local si queremos que las apoyen y por lo tanto sean sostenibles. Por este motivo, destinamos la mayor parte de nuestros recursos a apoyar la producción agrícola y agroforestal en la parte baja de las laderas volcánicas, para mejorar el sustento de más de 4000 agricultores y reducir la presión sobre las áreas más altas de la montaña, antes de poner en práctica cualquier medida para la protección de los bosques.

Este enfoque nos ha ayudado en dos campos fundamentales: al generar confianza entre las comunidades locales por dar prioridad a sus necesidades, y a la vez a comprender más a fondo la compleja dinámica social de las aldeas. Estas ventajas serán fundamentales para los futuros esfuerzos conjuntos de gestión en Anjouan, donde la ruptura de las estructuras de poder tradicionales puede dificultar este tipo de iniciativa.

Al mismo tiempo, hemos empezado diversos estudios de índole social y estudios ecológicos de amplia cobertura para desarrollar una base empírica que sirva para informar nuestras acciones de conservación. Esto nos ha permitido priorizar nuestras intervenciones. Por ejemplo, logramos determinar que el búho autillo de Anjouan, una especie gravemente amenazada, estaba en realidad menos amenazada de lo que temíamos, mientras que, a la inversa, las amenazas a la especie amenazada del murciélago frugívoro de Livingston resultaron mucho más graves de lo que antes creíamos. De acuerdo con esta información, pudimos reorientar nuestros esfuerzos.

En los últimos dos años hemos empezado a dirigir campañas para la protección de áreas forestales claves, y para conservar los focos de biodiversidad (hotspots) que rodean los sitios de anidación del murciélago frugívoro de Livingston. Estas iniciativas de gestión forestal y de protección orientada de la biodiversidad son pioneras para las Comoras. Estamos tratando de movilizar a toda la población alrededor de estas iniciativas. Muchos de los músicos más famosos del país se reunieron recientemente para grabar un disco de beneficencia: Sing4ComorosForests.

Nos ha llevado más de media década alcanzar el estado actual de protección de los bosques, pero pensamos que la inversión a largo plazo, el enfoque en las necesidades de desarrollo inmediatas de las poblaciones locales, y el esfuerzo por desarrollar un enfoque realmente integrado y participativo eran la única manera de sentar las bases para el éxito a largo plazo. Pieza por pieza, esperamos estar creando un futuro sostenible para los bosques, las comunidades locales y la biodiversidad de las Comoras.

  • Hugh Doulton, Director técnico, Dahari Comoras
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