El inicio del enfoque de ecosistemas

“Nuestra preocupación es por todas las formas de vida, no sólo por las especies que nos atraen por su tamaño o su interés científico particular,” dijo Raymond Dasmann, ecologista principal de la UICN, durante el Segundo Congreso Mundial de Parques Nacionales en 1972.

Etna volcano covered in snow Photo: Shutterstock / ollirg

“Nuestra preocupación es por todas las formas de vida y no sólo por aquellas especies que nos atraen por su tamaño o por su interés científico particular,” dijo Raymond Dassman, ecologista principal de la UICN, durante el Segundo Congreso Mundial de Parques Nacionales, que se realizó en el Parque Nacional de Yellowstone en 1972.

Fue un hito importante en el camino de la conservación.

Dasmann comenzó defendiendo la conservación de especies individuales por medio de la protección de ecosistemas completos. En el curso de los años siguientes, el ecosistema se convirtió en un concepto amplio que reúne los diferentes enfoques de conservación de la UICN. Desde entonces, ha permitido a la UICN colaborar con otras agencias en los sectores de ambiente y desarrollo.

La ecología de ecosistemas se había dado a conocer durante las décadas de 1930 y 1940 por medio del trabajo del botánico británico Arthur Tansley sobre las interacciones entre organismos y su medio ambiente. Tansey definió el ecosistema como “una categoría particular de sistemas físicos” que contiene tanto organismos como componentes inorgánicos en un “equilibrio relativamente estable” y que existe en “diversos tipos y dimensiones”.

A pesar de que no había un acuerdo en la comunidad científica sobre si los ecosistemas representaban entidades estables de la naturaleza o eran más bien una herramienta intelectual para el estudio del medio ambiente, pronto empezaron a ser vistos como una herramienta útil para estudiar y describir procesos naturales.

Durante las décadas siguientes, los ecologistas de ecosistemas estudiaron la naturaleza como si consistiera en círculos cerrados de flujos de energía, cuya dinámica podía ser descrita y prevista hasta cierto punto si se conocían suficientes de sus componentes. Muchos creían que la estabilidad y salud de los ecosistemas estaba determinada biológicamente por el grado en que dichos flujos y ciclos se mantuvieran intactos.

En la década de 1960, muchos conservacionistas de la UICN empezaron a participar en el Programa Biológico Internacional, un amplio programa de investigación sobre ecología de ecosistemas, y la idea fue adoptada para el trabajo de la UICN. En 1969, durante la 10aAsamblea General de la UICN, la conservación de ecosistemas fue designada como uno de los principales objetivos de la conservación.

A principios de la década de 1970, el estudio y la conservación de ecosistemas se convirtieron en elementos claves del trabajo de la UICN. Los ecosistemas representaban la unidad que necesitaba protección. Además de que esto permitió argumentar a favor de la protección más allá de la vida silvestre que se encontraba bajo amenaza inmediata, también fue rápidamente relacionado con los intereses tradicionales de la conservación, tales como los parques nacionales, o la protección de paisajes, especies y hábitats.

Durante los años siguientes, la ecología de ecosistemas favoreció nuevas colaboraciones entre la UICN y otras organizaciones preocupadas por el medio ambiente mundial. La ambición de proteger de la sobreexplotación los ecosistemas, tanto naturales como modificados, de todo el mundo, puso en contacto a los expertos de la UICN con especialistas del desarrollo en los años que llevaron a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo en 1972.

La investigación ecológica conducida por expertos de la UICN, tales como Dasmann y Miklos Udvardy sobre provincias biogeográficas y los diferentes tipos de ecosistemas que éstas contienen, fue fundamental para la cooperación de la UICN en el Programa del Hombre y la Biosfera de la UNESCO y otros trabajos relacionados con la red mundial de reservas de la biosfera.

En la década de 1970, la UICN realizó numerosos proyectos sobre ecosistemas amenazados, tales como humedales, ecosistemas marinos y costeros, bosques tropicales y zonas áridas. Los expertos de la UICN también contribuyeron a diversas conferencias, proyectos y convenios internacionales relacionados con tipos de ecosistemas específicos, incluyendo la Convención de Ramsar sobre Humedales (1971), la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar (1973) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación (1977).

En 1975, la UICN empezó a formar parte del grupo de Conservación de Ecosistemas, junto con la Organización de las Naciones Unidas sobre Agricultura y Alimentación (FAO), la Organización de las Naciones Unidas sobre Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este conglomerado institucional tenía el objetivo de reunir a las organizaciones internacionales dedicadas a la conservación de los ecosistemas y del material genético que éstos encierran.

La Estrategia Mundial de Conservación de 1980, que surgió de este proyecto conjunto, proclamó que la protección de los ecosistemas y de su diversidad biológica eran requisitos para la salud ambiental, el bienestar humano, y el desarrollo sostenible. En la década de 1990, la conservación de ecosistemas fue la base de dos estrategias internacionales de conservación: Cuidemos la Tierra (Caring for the Earth) y la Estrategia Mundial para la Biodiversidad.

El enfoque de ecosistemas, tanto para la conservación de la biodiversidad como para el desarrollo sostenible, sigue siendo esencial para el trabajo y la asesoría política de la UICN desde entonces. El estudio y la protección de los servicios de los ecosistemas se agregó al trabajo de la UICN sobre biodiversidad después del 3er Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en 2005. Durante el 4to Congreso Mundial de la Naturaleza en 2008, la UICN agregó la Lista Roja de Ecosistemas como complemento al trabajo de la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas.

Más recientemente, en la contribución de la UICN a la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030 de setiembre de 2015, los expertos de la UICN promovieron la protección de ecosistemas saludables como una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza, el cambio climático y el agotamiento de recursos.

 

Simone Schleper

Universidad de Maastricht, Departamento de Historia

Lea más en: Nature’s diplomats: Ecological experts and the conservation policy of international organizations (1920-2000)

 

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