Nuestra batalla común acaba de empezar

En su discurso pronunciado durante la ceremonia de apertura del Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, S. E. Tommy E. Remengesau, Jr., Presidente de la República de Palau, expuso sus reflexiones acerca de cómo debemos trabajar juntos para encontrar soluciones a las problemáticas que enfrentan los océanos, el clima y el medio ambiente.

Tommy image Photo: IISD

¡Alii y Aloha!

Buenos días.

Es un gran honor para mí estar aquí esta mañana con tantos hermanos y hermanas del Pacífico, hijos del océano como nosotros, y con tantas personalidades destacadas del sector ambiental del mundo entero.

Agradezco a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza por la labor realizada para organizar esta conferencia y expreso toda nuestra gratitud al pueblo del Estado de Hawái por su cálida bienvenida. ¡Mahalo! Transmito a todos ustedes los saludos [Alii] del pueblo de Palao, y especialmente de los niños, que esperan de nosotros que aseguremos su futuro en este único y bello planeta que es nuestro hogar.

Es un gran privilegio dirigirme a ustedes hoy después del extraordinario anuncio hecho por un isleño del Pacífico acerca del océano. Permítanme ser uno de los primeros en felicitar al Presidente Obama por la nueva extensión del Monumento Marino Nacional de Papahanaumokaukea.

Sabía yo que el Presidente Obama recordaba sus raíces isleñas cuando anunció la creación del área marina protegida más extensa del mundo. Como muchos de nosotros, isleños, conoce la importancia de los océanos y la siente entrañablemente. Crecimos en culturas que respetan la naturaleza y reconocen la necesidad de vivir de forma sostenible hoy para beneficio de las generaciones actuales y futuras. En Hawái, como en Palau, la custodia de la tierra y de los océanos son las piedras de toque que permitieron a nuestro pueblo prosperar durante milenios.

Señoras y señores, la República de Palau, como un gran Estado oceánico, toma muy en serio su responsabilidad en materia de conservación. Como el Presidente Obama, yo también tuve el privilegio de promulgar una ley que establece una de las mas grandes áreas marinas protegidas del mundo. Quizá hayan ustedes oído hablar del Santuario Marino Nacional de Palau, un área marina protegida que incluye una zona de veda que representa el 80% de nuestra zona económica exclusiva. Pero como isleños, reconocemos la necesidad de tener acceso a nuestro océano, por lo que tampoco decidimos cerrar la puerta y tirar la llave. El 20% de nuestra ZEE, más de 80.000 km2, sigue abierto a la pesca local, para responder sosteniblemente a nuestras necesidades de seguridad alimentaria nacional.

El Santuario Marino Nacional de Palau es nuestra contribución al esfuerzo global de restauración de nuestros océanos. Es también nuestro compromiso para con el futuro de nuestros hijos. La prosperidad económica de Palau depende absolutamente de las medidas que tomemos hoy para proteger nuestros ecosistemas marinos. Estas prioridades económicas no están en conflicto con la protección del medio ambiente. De hecho, he afirmado muchas veces que la economía de Palau es nuestro medio ambiente y el medio ambiente nuestra economía. La creación del Santuario Marino equilibra esta doble prioridad.

Este compromiso con la sostenibilidad incitó a Palau a lanzar el Desafío de Micronesia en 2007, en virtud del cual, conjuntamente con las Islas Marshall y los Estados Federados de Micronesia, acordamos proteger por lo menos el 30% de nuestros recursos marinos cercanos a la costa y el 20% de los recursos terrestres. En 2009 creamos el primer santuario mundial de tiburones para proteger a estos bellos animales, no solo porque los estudios demostraron que un tiburón, mientras está vivo, vale mucho más que un tiburón muerto, sino también porque es lo que se debe hacer.

Como palauanos, y al igual que nuestros hermanos y hermanas del Pacífico, siempre hemos entendido la importancia de los océanos. Juntos, hemos sido líderes de la conservación mundial, y me siento orgulloso de nuestros logros comunes.

Además de establecer numerosas áreas marinas protegidas, las islas del Pacífico estuvieron entre los primeros países que ratificaron el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto para combatir la pesca INDNR, y desempeñaron un importante papel en su ratificación este año.

Las islas del Pacífico promovieron también el Objetivo específico de Desarrollo Sostenible “Océanos y mares” aprobado el año pasado. Y trabajamos hombro con hombro, con los Estados Unidos, la Unión Europea y otras partes, en el seno de la Coalición de Gran Ambición, que ayudó a forjar el histórico Acuerdo de París concertado en diciembre pasado. En virtud del Acuerdo de París, todas las naciones se comprometen por primera vez a contribuir al esfuerzo mundial de respuesta al cambio climático, que es el gran reto de nuestra generación. 

Estos esfuerzos conjugados demuestran que la comunidad mundial está empezando verdaderamente a reconocer la urgente necesidad de preservar nuestros océanos. Hoy puedo afirmar, con orgullo y gratitud, que una gran parte del mundo está con nosotros. Pero estamos apenas al inicio de nuestra gran batalla común.

El tema de esta conferencia lo resume óptimamente: “el planeta ESTÁ en la encrucijada. No podemos equivocarnos. Y el tiempo no juega a favor nuestro”. Debemos actuar juntos, con la velocidad y la determinación necesarias, para responder al reto más urgente y abrumador que haya enfrentado nunca la humanidad; y contamos con la colaboración crucial de todos ustedes y de los demás socios internacionales.  Como dijo el Presidente Obama cuando anunció su intención de extender Papahanaumokuakea hace dos años: “nos negamos a dejar a nuestros hijos un planeta que desborda su capacidad de reparación.”

Amigos, debemos cambiar nuestra manera de entender nuestra relación con las tierras y los océanos, nuestra manera de generar y usar la energía y nuestra manera de manejar y proteger nuestros océanos.

Para aproximarnos más a nuestra meta, un océano vital y saludable, Palau patrocinó una moción sometida a la Asamblea de la UICN con miras a adoptar un objetivo de protección plena del 30% por lo menos de los océanos del planeta.

Hago un llamado a todas las naciones del mundo para que den un paso adelante y apoyen esta moción crucial para los océanos. ¡Debemos irnos del Congreso habiendo aprobado esta moción! Al abandonar Hawái, llevemos esta moción en la mano como un mandato para la acción al prepararnos para la primera conferencia de las Naciones Unidas encaminada a apoyar la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 relativo a los océanos, que se celebrará en Nueva York en junio de 2017.

Hermanos y hermanas, hijos del océano. Vivimos hoy en un mundo más interconectado que nunca. Cruzamos el Pacífico en unas pocas horas, mientras que la travesía llevaba meses otrora. No podemos ignorar que lo que sucede del otro lado del mundo puede afectar y de hecho afecta a todos, incluyendo a nuestros pueblos del Pacífico. Los efectos del cambio climático son reales; los sentimos directamente con los cambios meteorológicos, los dos tifones recientes que hicieron estragos en Palau y los dos huracanes que se están aproximando a Hawái en este momento. No obstante, esta nueva red global que se ha creado es también la respuesta a estos retos que enfrentamos. Debemos trabajar juntos para encontrar soluciones a los problemas que enfrentan los océanos, el clima y el medio ambiente. Debemos forjar alianzas sólidas y duraderas, en las que los esfuerzos de cada Estado y de cada persona reciban el apoyo de quienes cuentan con los recursos para hacerlo.

Un refrán de Palau dice que “para llegar a destino, es preciso remar todos juntos en la misma dirección”. Al comprobar el gran apoyo y el compromiso de todos ustedes que han venido aquí para tomar parte en este Congreso Mundial de la Naturaleza, veo que estamos verdaderamente remando en la misma dirección.

Muchas gracias, Kom kmal mesulang.

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