Conservación a través de áreas protegidas

 

Nikita Lopoukhine , Fiduciario Nacional y Presidente del Comité de Conservación de la Vida Silvestre y Parques Sociedad Canadiense, analiza el papel de las áreas protegidas en la conservación. 

Wateron Lakes NP, Canada Photo: Nikita Lopoukhine

Nuestro planeta está siendo asediado. La creciente demanda mundial de recursos está afectando seriamente los sistemas ecológicos – que son la base de la biodiversidad y del bienestar humano. Un mecanismo a nuestra disposición para proteger la integridad de los sistemas ecológicos, la salud y el bienestar humano y la biodiversidad de la que todos dependemos son, por supuesto, las áreas protegidas.

Se ha escrito mucho sobre los beneficios de las áreas protegidas, que van desde mitigación y adaptación al cambio climático hasta el alivio de la pobreza y la creación de oportunidades de ganancias comerciales a través del ecoturismo y otras actividades.

Para que la naturaleza pueda florecer, es necesario permitir los procesos naturales. Las áreas protegidas ofrecen una solución natural, un enfoque basado en los ecosistemas para abordar los retos y oportunidades relacionados con la conservación. Si bien dar valor económico a las áreas protegidas y justificarlas desde un punto de vista antropocéntrico es a veces necesario, esto puede restar valor al principio fundamental de que la naturaleza debe ser la beneficiaria de un sistema de áreas protegidas bien manejado y conectado a nivel mundial.

El Plan Estratégico para la Diversidad Biológica define metas para lograr la protección de 17% de las áreas terrestres y 10% de las áreas marinas para 2020. A nivel mundial, estamos bien encaminados para lograr dichas metas, pero hará falta mucho más trabajo para asegurar que estas áreas sean gestionadas y protegidas eficazmente.

Dado que los patrones de procesos naturales funcionan más allá de las áreas protegidas designadas, los gestores de áreas protegidas deben trabajar con los responsables de la gestión y propietarios de áreas vecinas para asegurar, por ejemplo, que las especies que abandonan las áreas protegidas puedan aún contar con protección y conservación. Los propietarios privados de terrenos han demostrado liderazgo en la conservación y el cuidado de la tierra por medio de mecanismos tales como crear servidumbres en sus tierras para evitar desarrollos que podrían potencialmente actuar como barreras que impiden la movilidad de las especies.

La UICN define como objetivo principal de las áreas protegidas la conservación de la naturaleza. Estas áreas deben tener límites claramente definidos, y pueden ser gobernadas por las comunidades locales a través de su nivel de gobierno más alto. Los objetivos específicos de cada sitio varían desde la protección absoluta hasta la categoría de uso sostenible. Muchas veces los valores culturales son inherentes o están incorporados dentro de las áreas protegidas, pero el propósito fundamental, conservar la naturaleza, es lo que distingue estas áreas marinas y terrestres designadas.

Con el tiempo, la UICN descubrió que conforme crecía la cobertura de áreas protegidas, se iban incluyendo sitios especiales y excepcionales. Con la intención de dar reconocimiento a estas áreas, la UICN se involucró en la redacción de la Convención sobre Patrimonio Mundial, que define la protección para sitios únicos con valores universales excepcionales. Posteriormente y hasta el día de hoy, la UICN ha venido brindando asesoría en los sitios naturales que se han inscrito bajo esta Convención. Actualmente hay más de 200 de estos sitios naturales que la UICN ayudó a inscribir dentro de la lista de Patrimonio Mundial. Estos sitios son emblemáticos, no sólo por ser excepcionales sino porque sirven de modelos de cómo proteger la biodiversidad y los procesos biológicos que comprenden.

El Congreso Mundial de la Naturaleza que se realizará en Hawai’i brindará a los participantes la oportunidad de celebrar y de escuchar sobre los logros y retos de las áreas protegidas en todo el mundo. Además, los participantes en el Congreso tendrán la oportunidad de visitar Sitios de Patrimonio Mundial situados en las islas que forman el Estado de Hawai’i, incluyendo el Parque Nacional de los Volcanes de Hawai’i y Papahānaumokuākea

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