La naturaleza protege a las poblaciones de los desastres

Las pendientes boscosas pueden reducir la probabilidad de deslizamientos de tierra y avalanchas; los manglares y dunas de arena protegen a las personas de las tormentas costeras, inundaciones y vientos fuertes, y los humedales sirven de amortiguadores contra las inundaciones.

People planting mangroves in Thailand Photo: Shutterstock / Kongkoon

La naturaleza juega un papel fundamental de protección de la población ante los impactos devastadores de los desastres y los efectos del cambio climático.

Ahora que los riesgos naturales son cada vez más graves y frecuentes – y que los presupuestos humanitarios mundiales no alcanzan para cubrir los costos de respuesta y socorro – debemos ser más activos y reducir los riesgos utilizando opciones rentables y amistosas con el medio ambiente, tales como la Reducción de Riesgo de Desastres (DRR) basada en ecosistemas.

La DRR basada en ecosistemas consiste en la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas y de la biodiversidad para proteger a las personas, sus propiedades y sus formas de sustento ante los riesgos de desastres. Por ejemplo, los arrecifes de coral saludables pueden protegernos en caso de tormentas repentinas, las pendientes boscosas reducen la probabilidad de deslizamientos de tierras, y las dunas de arena pueden amortiguar los impactos de los fuertes vientos.

Se ha demostrado que los manglares proporcionan protección física en caso de tormentas costeras, inundaciones y vientos fuertes. La Oficina Regional para Asia de la UICN coordina la iniciativa Manglares para el Futuro (MFF), establecida para restaurar los manglares después del sunami del Océano Índico Occidental en 2004. De hecho, los bosques de manglares saludables también protegen las tierras agrícolas y los cultivos de los daños causados durante los desastres, y ayudan a la comunidad a depender menos de la ayuda humanitaria después de un desastre.

De la misma manera, en áreas propensas a la sequía, incluyendo Burkina Faso y Senegal, la UICN está trabajando con algunas comunidades para mejorar la capacidad del suelo de almacenar el agua, apoyando la restauración de la cobertura boscosa a través de la iniciativa de Ecosistemas para la Protección de Infraestructura y Comunidades (EPIC).

Es indispensable que los gerentes ambientales, ingenieros, ecologistas y personal de ayuda humanitaria trabajen juntos, empleando las soluciones rentables y de mutuo beneficio que ofrece la naturaleza para reducir el riesgo de desastres y acelerar la recuperación después de un desastre. Los esfuerzos de DDR basada en ecosistemas también contribuyen a lograr las metas mundiales de cambio climático y al menos siete de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

El Congreso Mundial de la Naturaleza 2016 de la UICN es una reunión clave de las comunidades de la conservación y el desarrollo sostenible, en la que participan influyentes líderes gubernamentales, empresariales, científicos y de la sociedad civil, que juntos pueden ayudar a cambiar la forma en que el mundo enfrente los desastres en el futuro.

 

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