Fortalecer a las mujeres para la resiliencia comunitaria y de los ecosistemas

“Sigan educándose, no pierdan la esperanza”, dice Promila Rani, presidente de Nabadiganta Mohila Shomity, una organización beneficiaria del Fondo de Pequeñas Subvenciones (SGF) de Manglares para el Futuro (MFF). “Encuentren los recursos y las personas que puedan apoyarlas, porque cuando una persona tiene el empuje necesario y un plan en marcha, alguien estará dispuesto a ayudarle”.

MFF promueve un enfoque integral de la gestión costera, que permita apoyar el desarrollo sostenible y fortalecer la resiliencia de las comunidades costeras. El SGF de MFF aporta pequeñas donaciones para apoyar iniciativas que muestran ejemplos de campo prácticos de una gestión costera adecuada.

MFF trabajó con la organización Nabolok Parisha en Bangladesh para aliviar la pobreza y promover la conservación, dando a las mujeres rurales de aldeas cercanas a la Zona de Impacto de Sundarban formas alternativas y sostenibles de sustento, capacitación financiera, y un sentido de custodia ecológica.

Las mujeres de esta región sufren de marginalización por dos razones: porque viven y trabajan en comunidades pastoriles rurales, y porque son mujeres.

Nabolok Parisha ayudó a identificar a la organización Nabadiganta Mohila Shomity – un grupo de 100 mujeres de Borokupot y Bayershing – como posible beneficiaria del programa. MFF SGF proporcionó a varios subgrupos de Shomity pequeñas donaciones de cofinanciamiento por 300 dólares EUA. Este apoyo generó numerosos impactos positivos para Promila y otras mujeres del grupo, así como para la ecología local.

Antes de contar con el apoyo de MFF, Promila y otras mujeres del grupo cosechaban post larvas de camarón y alevinos del Río Khopetua, sometiendo a presión los ecosistemas locales y extendidos y acelerando el agotamiento de los recursos de Sunderban. Con el apoyo de MFF, Promila y sus asociadas lograron crear Shomity – una empresa que vende esteras de juncos locales. Los precios de las esteras varían entre 1 y 7 dólares EUA, según sus dimensiones.

Producto de su entrenamiento para el liderazgo, Promila y sus colegas se sintieron capacitadas para negociar los precios y recibir pedidos directamente de los clientes. “Mi confianza ha aumentado”, informa Promila con una sonrisa en los labios.

Aprovechando los juncos de una parcela de una hectárea, vendieron 3500 dólares EUA en esteras en 2015. “Yo obtuve un ingreso complementario de 15.000 taka por vender mis propias esteras – esto es algo increíble para mí”, dice.

“Sin esta plataforma, nada de esto habría sucedido. Todas las participantes invirtieron su mano de obra en la empresa. De no ser por Shomity, yo no habría podido pagar a las mujeres por su arduo trabajo”, dice

Shomity sigue facilitando un acceso mejorado al mercado, mientras que las mujeres han generado y mantienen buenas relaciones laborales con los comerciantes locales. La empresa sigue ahorrando cada semana y contrató una contadora para ayudar con la gestión de sus finanzas. Las participantes también tienen oportunidad de pedir al grupo préstamos para proyectos individuales.

Conforme crece la red de contactos de Shomity y las participantes están mejor equipadas con experiencia y conocimientos, Promila siente que las oportunidades aumentan, incluso para las generaciones futuras.

Promila espera abrir una cuenta de ahorros personal para invertir en el futuro de sus hijas, una de edad escolar y la otra en secundaria. “Me da gusto poder ayudar a mis hijas con libros, lápices y cuadernos. En ocasiones, también compro agua para ahorrarnos el tiempo que se gasta recolectándola”, dice.

El fortalecimiento de las mujeres para la resiliencia comunitaria y de los ecosistemas es uno de los muchos temas importantes que se discutirán en el próximo Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, que tendrá lugar en Hawai’i en setiembre de 2016.

Venga y participe en la discusión.